Lectora -Marta, ¿desde cuando estás en el Banco de Horas de lectura y como te enteraste de este servicio?
Oyente -Desde un poco después que se inicio, hace mas de quince anos; y me entere por la charla de una señora que me ayudo a cruzar la calle y que había visto un aviso en una revista que se llama Conversar. De ahí saco los teléfonos, me los dio y me conecté. Mi primera lectora fue Elsa y todavía la tengo.
L. -Lectora de lujo, por cierro, es nuestra vice-presidenta; según me consta, son amigas muy queridas.
O. -Vivimos muy cerca y nos vemos muy seguido, nosotros y nuestras familias.
L.- ¿En este momento, cuantas lectoras tenes?
O. -Tengo siete.
L. -Es decir, catorce horas por semana. Es bastante. ¿Y todas te leen diferentes libros?
O. -Así es. Lectura recreativa, y lectura para mi profesión.
L. -Cuando te llega una lectora nueva, ¿en que te fijás primero y que es lo que mas apreciás?
O. -Me interesa la buena comunicación, que nos entendamos -siempre charlamos un poco-, que nos gusten las mismas cosas, ¿no es cierro? ... o parecidas ... Y por suerte todas las lectoras que tengo son de esa índole. A pesar de que son personas diferentes.
L. -Es cierto. Diferentes en edad y, a veces, en su formación. Ya que algunas son profesionales, ¿verdad?
O. -Sí.. Algunas son docentes, también amas de casa ... Pero que sean profesionales no significa superioridad alguna. Las amas de casa son excelentes, tal vez ... como un deseo de compensar las rutinas de la vida cotidiana con el placer de la lectura.
L. -Es posible ... Y también, has tenido personas bastante mayores, ¿sí?
O. -Cierto. Pero la edad, ad, no tiene nada que ver. Casi te diría que los mas jóvenes -estudiantes, universitarios-, no fueron los mejores lectores. Los mejores han sido a partir de los sesenta años ... para arriba. Ponen mas interés. Es como si pensaran que leer es una actividad muy importante, de lo mejor que pueden hacer. Son las mejores lectoras.
L. -¡Qué buena noticia para la tercera edad! Decime, Marta, al principio tus lecturas eran para tu profesión, psicología, pero ahora tu repertorio de lecturas se ha ido ampliando, ¿no es verdad?
O. -Mucho. Me leen autores muy variados, novelas, poesía, Voltaire, Proust, de religión.
L. -En la ampliación de ese repertorio, influye en algo, en tu elección, el gusto de rus lectoras?
O. -Sí, bueno, tenemos que tener afinidad porque si a ella le gustara leer algo que a mi no me gusta... Bueno. Me leen lo que a mi me gusta. Es decir, nos ponemos de acuerdo. Y es muy lindo cuando hay esa afinidad, porque leemos algo que nos gusta alas dos y compartimos. Se disfruta más de la lectura gracias a la compañía.
L. -Es una experiencia más que agradable. Cada una de tus siete lectoras tiene un libro diferente. Eso ¿no te dispersa mucho?
O. -No, porque en la lectura profesional seguimos un orden establecido y en la recreativa ... Bueno, yo estoy esperando que llegue tal día porque toca tal autor ... tal otro día ...
L. -¿Nunca tuviste que pedir cambio de lectora?
O. -En más de quince años, solamente dos veces me pasó querer cambiar de lectora. Pero no fue problema, pues mi coordinadora supo arreglar amablemente mi pedido.
L. -Creo que es importante mantener contacto permanente con las coordinadoras ¿no?
O. -Así es.
L. -Bueno, Marra, disculpame porque para terminar esta entrevista, improvisada, por cierto, te voy a hacer una pregunta un poquito indiscreta. Al principio vos no ibas a las reuniones anuales del Banco de Horas, y después de unos años decidiste ir, y ahora veo que no faltás nunca, ¿por qué?
O. -Efectivamente. Al principio no iba. Siempre tenia algún problema ... algún paciente ... algo que hacer. hace algunos anos dije "no", voy a dejar todo, porque quiero ver de que se trata. Y a partir de esa vez, que me gustó tamo la reunión, no deje de ir y no voy a faltar nunca mas. Porque es un ambiente muy cálido, ahí se puede ver en el conjunto, lo que podemos vivir a solas con una lectora. Una entrega, una cosa muy espiritual, de mucho afecto ...
L. -Gracias Marta, por tu buena voluntad para colaborar con el Banco de Horas de Lectura, y es bueno que sepas que ser una de las siete de tu elenco es una gracia que reconozco.
Esta entrevista ha sido presentada por la comisión del banco de horas de lectura, una de las ramas de la aal, que centra su actividad en la solidaridad. al respecto, sus integrantes nos dicen:
«No nos resulta fácil hablar sobre nuestra labor, que es, casi siempre, silenciosa y se desenvuelve con las alternativas propias de una institución pequeña. Todos los que pertenecen a ella, tanto lectores, oyentes, como miembros de la Comisión, nos dedicamos para brindarle lo mejor de nuestras limitadas capacidades para lograr los objetivos que le dieron origen.
Este año, nos ha ayudado el apoyo de algunos periodistas que, al difundir nuestra actividad, por radio y por la prensa escrita, han contribuido a estimular y renovar nuestro personal, dando mayor dinamismo a nuestro quehacer habitual. Tuvimos, también, la halagadora experiencia de ofrecer una charla, en la Biblioteca Nacional-en un cursa de la carrera de Bibliotecario-, informando sobre las peculiaridades de nuestro servicio. Fue una hora de clase que despertó interés y simpatía, e inolvidable para el Banco de Horas, ya que fueron jóvenes estudiantes quienes nos prestaron su atención y deferencia.
Creemos que el solo hecho de existir es un milagro que depende de la generosidad de las personas que nos rodean, y en el desinterés en el servicio de este arte solidario que es la lectura compartida. Nada realmente nuevo podemos decir y, tal vez, eso constituya una novedad en estos días; siempre hacemos lo mismo, coordinamos encuentros entre quienes necesitan lectura y los voluntarios que ofrecen su tiempo. Tenemos entre manos, y en eso coincidimos todos !os que pertenecemos al Banco de Horas, una actividad mas que gratificante, y la convicción de que participar en ella es un privilegio".