Agosto 2013

  • Un cuento y un poema

por Elba Beatriz Gallenti

PIEL DE HOMBRE

Pálido, con esa actitud altiva que sólo los fuertes pueden soportar, veía pasar la vida delante de sus ojos.

Se sabía un hombre especial. Sin embargo, dejó que los acontecimientos lo superaran, no por falta de valentía, sino por orgullo, o tal vez por su imagen, porque así se lo habían inculcado desde siempre. Por eso no se inmutó cuando una jugada aciaga del momento le arrebató a su mujer, que como una verdadera reina, lo había acompañado codo a codo desde el principio.

Solo, ahora se sentía nada más que un instrumento en la mano del destino. Esa mano que, triunfante, lo levantó por los aires y con un golpe seco sobre el tablero, declaró el jaque mate.

LEJANÍAS

En la vigilia

veo abrirse la noche

agrietando recuerdos.

La memoria serpentea remota.

Tu mirada, amalgama de olvidos.

Mis manos, un viaje de caricias extraviadas.

Cuarzo de estrellas mis palabras rotas

buscan otro paisaje, tal vez

otro horizonte.

Me repliego en letargo.

En el espejo del sueño

mi ser naufraga incierto

en la arbitraria soledad del universo.

por Asociación Argentina de Lectura