Graciela Rosa Gallelli
''Así como los niños y las niñas construyen su lengua oral en su interacción con el medio, también se apropian de la lengua escrita a partir de su interacción con un ambiente alfabetizado, rico en materiales escritos, y con adultos que leen y escriben. El Nivel Inicial debe posibilitar este encuentro con la escritura, en situaciones de significatividad personal y social, incentivando la curiosidad del niño y la niña por la lengua escrita".
(Los CBC en la escuela - Nivel Inicial. Contenidos Básicos comunes para el Nivel Inicial. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. República Argentina. 1996).
A partir de la lectura de este fragmento, convendría plantearnos que significa leer en el Nivel lnicial. Desde ya que no adquiere la misma significación que en la EGB, sino que implica un acercamiento inicial a los textos escritos. Este acercamiento, en muchos casos, se inicia fuera de la escuela; la mayoría de los chicos de 5 años ha tenido, aunque mas no sea, un mínimo contacto con algunos tipos de texto; posee ciertas nociones sobre la función social de la lectura y la escritura y "maneja" diariamente distintos portadores:
una invitación para un cumpleaños,
la caja de un remedio, de un juguete o de un alimento,
la receta de un medico,
un libro de cuentos,
una lista para el supermercado,
el periódico,
una revista, etc.
En aquellos lugares donde esta situación no se haya dado, la docente deberá empezar par el simple contacto con los diferentes tipos de texto.
Veamos una actividad posible para trabajar con un portador de lectura diaria -o casi diaria- y de gran difusión, en lo que respecta a lo social: el periódico. A partir del encuentro con este portador, los chicos de Nivel Inicial podrían reconocer distintos tipos de texto y la función social que cumple cada uno de ellos.
Anticipación del contenido de un texto a partir del portador, del formato, de las imágenes, del reconocimiento de indices.
Los chicos salen a recorrer el barrio. Se encuentran con el kiosco de diarios y revistas donde observan la variedad de materias de lectura que se ofrece (diarios, libros, revistas, videos, guías, fascículos, etc.)
Al día siguiente, la maestra recibe varios ejemplares de distintos diarios -acordado previamente con el diariero- y comienza a guiar el análisis de este portador. Para ello, plantea situaciones cotidianas que nos llevan a buscar información en el diario:
se acerca el fin de semana y queremos ir al cine, ¿dónde encontramos la lista de películas?; otros decidimos quedarnos en casa y ver televisión, ¿buscamos el programa? En uno y otro caso, nos encontramos con nombres escritos en letras grandes, más oscuras, otros en letras más chicas, con números, con la señal de algún canal de televisión, etc.;
el lunes salimos de excursión, nos gustaría saber como va a estar el tiempo. Buscamos el pronóstico. Allí nos encontramos con algunos dibujitos que nos ayudan a "leer" el estado del tiempo, supongamos que son las diez de la noche y necesitamos comprar un remedio para bajar la fiebre, ¿qué farmacia del barrio estará abierta? Busquemos la lista de las farmacias de turno;
el papá de uno de los chicos está buscando un nuevo trabajo, ¿qué parte del diario tenemos que leer para ayudarlo?;
se acercan las fiestas de fin de año y queremos comprar algunos regalos, "leamos" los avisos publicitarios para encontrar algún negocio que esté liquidando.
A medida que "exploran" los distintos formatos, la maestra escribe, en papel afiche, los nombres:
CINES
TELEVISION FARMACIAS DE TURNO AVISOS CLASIFICADOS
PROPAGANDAS (aunque se trate de avisos publicitarios, a esta edad no conviene establecer la diferenciación entre propaganda y publicidad, y los chicos están mas acostumbrados al uso del termino "propaganda").
Los alumnos recortan, de acuerdo con sus posibilidades, los textos analizados y los pegan en el papel afiche, debajo del nombre correspondiente.
Mientras localizan la información, los chicos se van apropiando, en forma explicita, de los diferentes formatos que aparecen en un diario, de su nombre, de su escritura y de la función social de cada unos de ellos (contenidos explícitos). Al mismo tiempo, van observando y reconociendo, la estructura de cada formato, su diagramación, el lugar que ocupa en ,. el portador, etc.; es decir que, sin proponérselo, el docente esta facilitando la incorporación de contenidos que se aprenden y se ensenan en la propia practica (contenidos implícitos).
El ejemplo presentado, as! como muchas otras actividades que realizan las maestras en este Nivel, demuestra que leer - como lo es también escribir es una necesidad de los chicos, en tanto están llevando a cabo su inserción social.
Quizás sería oportuno citar aquí, como cierre de este artículo, estas palabras de Bruno Bettelheim:
“Al educador moderno que ve el aprendizaje de la lectura como la adquisición de una habilidad cognoscitiva especialmente importante, quizás le parecerá una idea verosímil que dicha habilidad pueda dominarse bien solo si, al principio y luego durante algún tiempo, la lectura es experimentada subconscientemente por el niño como un arte mágico, susceptible de conferirle un gran poder, y en ciertos aspectos desconocido. Sin embargo, el deseo del niño de penetrar en lo que él cree que son los secretos importantes de los adultos es lo que hace que el aprendizaje de la lectura se convierta en una aventura apasionante, una aventura tan atractiva que el pequeño ansíe dedicar a su dominio la concentración y la energía necesarias. " (1)
(1) Bettelheim, Bruno y otro: Aprender a leer. Barcelona. Crítica Ed. Grupo Grijalbo. 1983; pag. 59.