<b>Noviembre 1999</b>
Noviembre 1999


El placer de leer libros para chicos

Un ayer siempre presente:

Mi amigo el pespir de José Murillo

(Ed. Guadalupe, Bs. As., 1973, pp. 109)

María Ruth Pardo Belgrano

-"Contanos papa, las aventuras del monte ... " Así, naturalmente, como respuesta al tierno y universal pedido, nacieron los cuentos de José Murillo. Relatos con sabor a experiencia vivida y matices de anécdota que nos descubren un paraje lejano y lleno de atractivos: el monte jujeño.

Agudo espíritu de observación revela la caracterización de cada personaje. Los de larga trayectoria literaria aparecen remozados, con nuevas connotaciones. La lechuza pierde el papel de mal agüero que la humanidad le atribuyó durante siglos. Su lúgubre chistido ya no es anuncio de muerte sino de salvación. El majano puede vivir junto a un niño, pacíficamente, como un perrito. El puma se lanza al monte mas por curiosidad que para satisfacer sus instintos. El gato, cómodo y ocioso, no vacila en jugarse la vida cuando las circunstancias lo exigen.

Y entre todos, el mayuato, simpático personaje con cabeza de zorro, manitos de mono y una hermosa cola gris.

Los hombres no son ajenos a este mundo. Aparecen como los campesinos que enriquecen las tierras "con su trabajo, sus fatigas y sus penas" o como los hacheros cuya actividad despierta el respeto y la admiración del puma: "Gris se alejo con la cola entre las patas y desde ese momento sintió especial respeto por esos hombres capaces de la hazaña de tumbar arboles centenarios que habían resistido todas las tempestades".

No siempre la visión desde el monte les es favorable. Con miedo no exento de rencor, habla mama mayuato: "Yen esa tradición no había una sola referencia en favor del hombre. Por el contrario: el hombre, de acuerdo con el saber de mama mayuato, era el animal mas peligroso del monte, el intruso indeseable de quien había que alejarse si se queda llegar a viejo."

El único protagonista infantil es Juancito, amigo de aventuras, capaz tanto de deslumbrarse ante "una lagartija, verde y brillante, luminosa de sol, como de sufrir por su compañero inseparable, el majano.

Un clima particular, una atmósfera de regionalismo que se manifiesta en personajes, lugares, expresiones, flota en todas las paginas. Sin embargo, los cuentos de Murillo, no son solo exponentes de una realidad lejana y llena de atractivos, por lo que tienen de ensoñación, de alegría de vivir, de fe en los grandes valores humanos, adquieren proyecciones que los sitúan mas allá de lo regional y de su tiempo.

por Asociación Argentina de Lectura