Elba Beatriz Gallenti
El mundo disperso, turbado, confuso.
Son redes sutiles los velos amargos de la hipocresía.
Voraz la codicia, acumula impía espacios y cielos.
Bailotean alegres la envidia y la trampa.
El miedo vigila. El hambre hace rato
que sale al camino. No son cuento de hadas tu vida y la mía.
Nos venden las guerras, los odios,
las desesperanzas.
Pero un aire fresco nos llama a la puerta,
disolviendo hielos, liberando piedras.
El alba se filtra entre las rendijas de una nueva era.
Despiertan conciencias: es la Luz que expande la Misericordia,
que remueve entrañas, que entra de adentro hacia afuera
en el hombre que ama.
Mientras se revela cada vez más simple
la sabiduría, transmutan excusas en fraternidades.
Que la paz no sea
un vano mensaje que se lleve el viento.
Despertemos juntos. Ya es tiempo… Es el tiempo.