Abril 2013
Abril 2013


Una mirada acerca de la enseñanza de la lectura


Liliana Julia Suetta Alinovi

Haciendo una mirada a través del tiempo, recuerdo con claridad mí paso por la Escuela Primaria. Me voy a detener especialmente en las clases de lectura. En ellas las maestras nos hacían abrir el libro en una determinada página y toda esa hora hablábamos acerca del contenido de la lectura. Nos hacían señalar las palabras que no entendíamos. Ellas leían con detenimiento cada párrafo y después explicaban las palabras que presentaban dificultad y llegaba el momento en que las alumnas debíamos leer. En este momento del proceso se nos exigía una dicción clara, ritmo en la lectura, la entonación y el respeto de los signos de puntuación. Este mismo proceso fue el que tuve que realizar y repetir durante las clases prácticas, y también más tarde al frente de los diferentes grados que tuve a cargo. Esta descripción abarcó un periodo aproximado de veinte años.

A partir de esta descripción me interesa señalar algunos datos que resultan de interés para lo que quiero mostrar. En primer lugar teníamos un libro de lectura donde figuraban textos narrativos que trasmitían las aventuras o la vida de niños, de los que se destacaban sus virtudes y valores. También se ponía especial énfasis en el trabajo de los mayores. Se brindaba información sobre de los próceres y datos acerca de la historia de la Patria. Eran infaltables el dibujo de la bandera, el escudo, la escarapela y el texto del himno nacional en su versión completa. La selección de los textos y la inclusión de los datos históricos tienen relación directa con los objetivos formativos de la escuela: “Formar ciudadanos respons
ables y participativos dentro de la comunidad de la que forman parte.” Vayan aquí algunos ejemplos de lo dicho:

Del libro Arroyito para primer grado. Fecha de edición 1956 algunas de las lecturas propuestas: Dos nenas buenas, Vida sana, Un buen corazón, San Martin, Manuel Belgrano.

Del libro Acuarelas para tercer grado. Fecha de edición 1977, algunas de las lecturas: ¡Trabaja!, Obligaciones, Ahorro, Seamos prudentes, Ronda policial, Todos somos argentinos, Romance de Paula y su telar.

Del libro Entre todos para cuarto grado. Fecha de edición 1980, entre las lecturas encontramos: Amigos mañaneros, El sueño se realiza, ¿Que pasa hoy en el pueblo?, De viaje por la Patria. Una tarea feliz, El país argentino, Himno Nacional Argentino. Es importante señalar que en este libro aparece una novedad: dos personajes, dos niños que van dando vida a cada una de las historias que se cuentan pero los textos tienen la misma intención que en los libros anteriores

Se destinaban varias horas semanales para el trabajo con esa lectura que la maestra explicaba y que después se tenía que estudiar. Este trabajo pone en evidencia la concepción de lectura y de enseñanza que se manejaba durante el periodo de tiempo que estoy analizando. La lectura era de tipo mecánica, se adquiría por repetición más que por la comprensión del mensaje. El mensaje era importante pero era comprendido más por la explicación de la docente que por el acto lector en si mismo. Durante el primer ciclo, los temas del calendario escolar se trabajaban a partir de las lecturas propuestas en el libro que había elegido la maestra. Es importante considerar un dato no menor para este análisis. El libro de lectura se usaba en todos los grados del nivel primario. En el Primer Ciclo era el único texto mientras que a partir de cuarto grado se agregaba el Manual donde se desarrollaban los temas de Sociales y Naturales.

A partir de la década del 80 y fundamentalmente en la del 90 con la implementación de nuevos diseños curriculares y la divulgación de nuevos conceptos acerca de la lectura y del aprendizaje el uso del libro de lectura comenzó a perderse y empezaron a utilizarse libros de texto en los que se trabajan contenidos específicos de diferentes áreas del conocimiento. Aparecen entonces el libro de Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Lengua y Matemáticas. En algunos casos se mantiene el

concepto de Manual y allí aparecen contenidos de las diferentes áreas. En todas las propuestas editoriales se pone énfasis en el trabajo del alumno apareciendo actividades de distinto tipo.

Estas nuevas propuestas si bien se hacen eco de un nuevo concepto de aprendizaje, en la que el alumno es su propio protagonista, presentan por lo menos dos dificultades que encuentro de mucha significación en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la lectura. En primer lugar se minimiza la posibilidad de leer. Los textos son escasos, cortos y si bien en la mayoría de los casos presentan algunas ilustraciones, ellas no alcanzan o no guardan relación con el texto lo que impide hacer un uso apropiado del paratexto y de las estrategias de lectura como la observación, la selección, la inferencia, la predicción, la confirmación.

El otro dato que encuentro significativo, en el momento de hacer un análisis de los libros de texto, es la consideración de las actividades que se proponen. Ellas son por lo menos inadecuadas desde el mismo concepto de enseñanza, porque limita el accionar del maestro haciendo propuestas que pueden no resultar de significación y validez en cada uno de los contextos en los que se usa el texto, en muchos casos se tornan reiterativas lo que produce fatiga y aburrimiento. No se puede dejar de decir que al mismo tiempo que se redujeron los textos informativos, hay una interesante avance en la inclusión de textos narrativos ya que se seleccionan obras de Literatura Infantil que permiten el contacto directo con una obra literaria y en algunos casos se gestiona la presencia de autores en las escuelas. Si bien esta es una muy buena iniciativa que promueve la lectura insisto que no es suficiente la propuesta de textos para leer. La escuela debe generar una adhesión a la lectura. Se disfruta de la lectura cuando leer produce placer. Este es el desafío de la escuela y de cada docente. No basta con hacer comprar el libro y que los alumnos lean o hagan el esfuerzo de hacerlo. A leer se debe enseñar generando la necesidad pero además proponiendo actividades que entusiasmen e interesen.

La lectura nos pone en contacto con la posibilidad de imaginar, disfrutar de mundos maravillosos, crea intriga, temor, alegría y emoción, pero también es el medio indispensable para acercarnos al mundo del saber. La lectura es un instrumento indispensable

para conocer. Desde este punto de vista es que debemos insistir en la necesidad de profundizar la enseñanza de la lectura y ella debe extenderse durante toda la escolaridad. La adquisición de las herramientas para leer y escribir no cierra el proceso de aprendizaje de la lectura, solo lo comienza.

Este tema que vincula la enseñanza de la lectura con los libros de texto comenzamos a desarrollarlo en el número anterior de esta misma publicación. Como la temática compromete no solamente a los docentes sino también a todos aquellos actores involucrados en el problema de la calidad de los aprendizajes de los alumnos, hemos decidido seguir avanzando para profundizar el análisis en las próximas entregas.

por Asociación Argentina de Lectura