Agosto 2012

Cuadragésimo aniversario de la Asociación Argentina de Lectura

1972 - 2012-07-25

Por María Ruth Pardo Belgrano

  • Ex Presidente y actual Secretaria de la AAL*

En 1972, el mundo celebraba el Año Internacional del Libro y por decisión de la Asociación Internacional de Lectura, Buenos Aires fue la sede del Cuarto Congreso Internacional de Lectura. Las deliberaciones giraron en torno de un lema: lectura para todos. A los comentarios y las lecturas específicas, se sumó un acontecimiento de suma importancia, la creación de la Asociación Argentina de Lectura por iniciativa del Profesor Juan Ricardo Nervi, disertante del Congreso, organizador del Pre-Congreso Internacional de Lectura, realizado en el Instituto “Félix F. Bernasconi”, que contó con la Primera Muestra Retrospectiva del Libro Argentino de Lectura, y posteriormente, compilador de la versión castellana de las Actas del Congreso.

Los comienzos de la AAL no fueron fáciles. No obstante, en 1975, la primera Comisión Directiva, presidida por Julia Polito Castro, convocó a las Primeras Jornadas Argentina de Lectura. Comenzaban así las actividades de una institución que, sin fines de lucro, con el esfuerzo desinteresado de sus socios fundadores y los que se incorporaron paulatinamente se proyectó en diversos lugares del país. El interés de quienes deseaban estimular el desarrollo de la lectura originó la creación de filiales.

Las realizaciones, numerosas y variadas, abarcaron catorce Jornadas, tres Encuentros, cuatro Congresos, cursos, talleres, publicaciones –revistas, folletos, bibliografías, libros- diversas propuestas con una finalidad primordial: el fomento de la lectura.

Si bien Buenos Aires fue la sede de ocho Jornadas, tres Encuentros y tres Congresos; Bahía Blanca organizó dos Jornadas; Rosario, una al igual que Salta, Misiones, La Pampa y Tucumán, un Congreso. En todos los casos contamos con la participación de reconocidos especialistas del país y del extranjero y muchos y fueron los estudios, las investigaciones, las propuestas que, con distintos enfoques, contribuyeron a enriquecer y clarificar la problemática.

La marcha de la AAL fue posible gracias al desinterés y  la adhesión al ideal educativo de aquel lema “lectura para todos”, con el que iniciara J. Ricardo Nervi su proyecto, y que continuaron, los integrantes de las sucesivas Comisiones Directivas encabezadas por Julia Polito Castro, Elena C. de De Vicenzi, Elsa Bessone de Zuloaga, Juan Carlos Merlo, Hebe Zemborain, Lily Sosa de Newton, Graciela Gallelli, y los socios que, a través de conferencias, o en la coordinación de talleres o publicaciones, brindaron sus valiosos aportes. Muchos son los nombres que podríamos citar pero, para no caer en injustos olvidos, solo mencionaremos a algunos que ya nos dejaron y que marcaron un hito en su paso por la institución como Ana María Barrenechea, María Hortensia Lacau, Mabel Manacorda de Rosetti, Berta Braslavsky, María Luisa Cresta de Leguizamón, Alfredo Veiravé, María Esther Grivot de Abate, fundadora del Banco de Horas de Lectura, Hebe Solves, Fausto Zuliani, Martha Fracchia.

En este cuadragésimo aniversario seguimos creyendo en los esfuerzos solidarios que como en el caso de la Asociación Argentina de Lectura se vuelcan al logro de una lectura  como un medio para el logro de seres libres, críticos y creadores.

por Asociación Argentina de Lectura