Raúl Héctor de Robles
Cuando vuelvo a las calles, paso a paso,
me detengo ante puertas y ventanas,
y ante las rejas donde el sol hilvana
su naranja que cae como un baldazo.
Observo las aldabas, el abrazo
de los ladrillos con la hiedra, es vana
la mirada que asciende y se devana
en la magnolia, que es un blanco ocaso.
Camino, miro, siento, palpo y vuelvo
por un recuerdo fiel que no resuelvo,
porque las sombras ya no están y duelen.
En la calle es otoño y mueren hojas.
dentro de mí las voces se deshojan.
No hay gestos ni palabras que consuelen.
De: Cancel del alma