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María Ruth Pardo Belgrano
De la Filial Córdoba de la Asociación Argentina de Lectura nos han llegado:
Alonso Ortiz, Rubén. Conla fuerza de la noche y otros cuentos. Asunción (Paraguay). Arandura. 2004.
Carranza, Matilde y Tores, María. Petates (lo que llevo conmigo). Taller de expresión para personas residentes en hogares geriátricos. Córdoba. Comunicarte Editorial. 2006.
En los cuentos de Rubén Alonso Ortiz, originados en sus vivencias de niñez y juventud en el Paraguay, un Paraguay conflictivo, los hechos históricos, las creencias míticas, el mundo de los chicos se amalgaman artísticamente.
Un personaje enigmático, entre asceta y diabólico, tan querido como rechazado, que confabula en la noche con el poder de la mente, no solo mantiene el interés, introduce una atmósfera de misterio y de temor.
Un muchachito inquieto, rebelde, de siete años, conmueve con su pedido a los Reyes Magos: el regreso de su padre exiliado; en tanto, la historia de Alazán perturba, más allá de la adhesión a una causa justa, con su desenlace vinculado al espectro de la víctima.
Cuentos que, en la línea del realismo mágico invitan a la reflexión y a la creatividad. Precedidos de un prólogo sobre la narración, su evolución y referencias históricas de Latinoamérica, en especial de su país natal, se cierran con una serie de propuestas, para los jóvenes lectores, elaboradas por el autor y Nelda Abed.
Petates desarrolla, a partir de la lectura, una valiosa experiencia de diez años de labor en residentes de hogares geriátricos y ofrece una amplia guía de actividades para todos aquellos que “ guardan intacto el amor a los abuelos”.
Las autoras, Matilde Carranza y Marta Torres, se propusieron provocar el goce literario a todos, incluso a personas alejadas de los libros o que nunca se sintieron atraídas por ellos. A tal fin, trataron de estimular el oído a través de la lectura y de la relectura. El punto de partida de las coordinadoras, “artesanas de utopías”, se centró en dos afectos: hacia las personas mayores y hacia el leer y el escribir. Organizaron actividades abiertas a la reflexión, a la creatividad, al juego tanto el narrativo como el dramático e iniciaron los encuentros. Encuentros en los que “las lecturas irrumpen, expresivas y cálidas. Cada fragmento de un poema, cada secuencia de un cuento es motivo de comentarios, asociaciones, recuerdos. Nadie es interrogado, la participación espontánea fluye. A veces se retarda, pero sale a luz una pequeña frase, un refrán, una canción o un silencio.” La transcripción de las producciones y de los testimonios de los asistentes a los talleres revela el éxito de la tarea. Completa el trabajo una lista de algunas obras consultadas para la selección de textos y respalda la experiencia una significativa bibliografía.