<b>Noviembre 2002</b>
Noviembre 2002


Huellas de un gran maestro II

Elisa Orlando de D'Andrea

El recuerdo de Juan Ricardo Nervi me proyecta a los años de mis primeros pasos en la docencia.

Al igual que Elsa la ubicación en el espacio comienza en el ámbito del Instituto F.F. Bernasconi.

Desde la Direccion General del Instituto se bajaban las propuestas metodológicas para ser implementadas en las escuelas.

Siendo maestra suplente de Primer grado, recibí con inquietud la decisión de que 1° B debía utilizar “método global” para la enseñanza de la lecto-escritura.

Con los escasos conocimientos que tenía sobre el método, necesitaba ayuda y apoyo.

¡Ahí estaba Nervi!. Después de terminar el horario de clase, en la sala de Colecciones de la Biblioteca, el profesor me facilitó bibliografía y aportes didácticos para el trabajo de aula.

Día tras día necesite de los consejos y del «control» del maestro Nervi para evaluar y corregir los trabajos y el libro de lectura que armó cada alumno.

La relación se profundizó con los años: la creación de la AAL, conferencias, congresos, espacios y tiempos compartidos.

Al volver desde México al país, ya en La Pampa, proyecto como Asesor Pedagógico de la Universidad Nacional de Santa Rosa, una carrera única en el país: «Especialización en Literatura Infantil y Juvenil.

Y ... allá fuimos algunas maestras del Instituto que viajábamos los viernes durante la noche para asistir a clases el sábado desde las 8 hasta las 17.30.

Valió la pena el esfuerzo y el cansancio, por lo que aprendimos en la Universidad y en las mateadas en la casa de Nervi, compartidas con Ruth, Graciela, Hilda, Susana y Diana.

Escuchar al maestro recordando su relación con los muralistas mexicanos, con el maestro Luis Iglesias, con personalidades de la educación y la cultura de Hispanoamerica, nos incluía en un mundo, hasta ese momento inimaginable.

El haber conocido y disfrutado de la sabiduría de un hombre de bien, es la huella que el profesor Nervi dejo en mi recuerdo.

por Asociación Argentina de Lectura