Guillermo Stösslein y Andrea Cante
En este nuevo milenio, los tiempos de lectura o los modos de leer han ido cambiando.
Los temas, las ilustraciones, le han dado ala lectura mas argumentos para hacer mas atractivo el libro en toda su dimensión.
El libro digital, en su formato de CD, nos acerca a un modo mas interactivo de acercarnos a la palabra.
En especial, es una manera mas didáctica de acercar a los niños mas pequeños al leer.
Podemos encontrar el dibujo que al acercar el mouse, tiene movimiento acorde a lo que la palabra escrita nos qui ere decir. Al tocar una palabra, ella suena y habla cuantas veces se la "toque", con lo cual, el joven lector, internaliza el sonido y como se escribe.
Una ventaja más es que puede estar escrita y decirse en mas de un idioma, con lo cual, el libro digital nos acerca a otras lenguas distintas a las nuestras, haciendo de este inmenso universo de voces y palabras, un lugar mas accesible, sin tantas distancias.
El mundo vuelve a ser de palabras y de gestos como era en un comienzo.
Mas ecológico dado que no precisa del papel para poder existir, el libro digital también es acompañado de música y de un relator, que nos cuenta la historia cuantas veces lo deseemos.
La desventaja que al menos ocurre mucho en nuestro medio cotidiano es que no en muchas escuelas, contamos con la PC para poder "leerlo"; y ni hablemos si no contamos con la acostumbrada electricidad, silenciosa compañera que todo nos da y cuando nos falta, parece que el mundo no existiera.
Como un nuevo proyecto propuesto a la Asociación Argentina de Lectura, un grupo de docentes y no docentes, están trabajando en el primer libro digital que de poder plasmarse en un CD, engrosaría las huestes literarias de la Asociación, madre de jóvenes y siempre listos libros que desean ver la luz ante la mirada de jóvenes lectores.
De poder ser, el libro digital podría llamar a otros cuentos y otras historias para viajar junto a su hermana de papel y tapas duras, en este antiguo y siempre sana habito de leer y dejarse leer para siempre.