Nelda Abed
Este que puede ser un interrogante mas entre los estudiosos de la literatura, se transformo para mí en un eje alrededor del cual, intentaba demostrar la influencia que la lectura de cuentos podía tener en niños de corta edad.
Mi experiencia hablaba de hechos aislados y de anécdotas que servían para animar tertulias de padres.
Por lo cual amplié el espectro de análisis a un Jardín Maternal en el orden privado, que trabajaba conmigo y la literatura des de varios anos atrás.
La primera etapa fue realizar un taller de lectura y comentario de libros clásicos y modernos con los integrantes del grupo mediador. Estos eran maestras en educaciónpreescolar, psicólogos, psicopedagogos, profesor de música y de expresión plástica y corporal.
La segunda etapa fue la de incorporar a los padres de los niños de tres, cuatro y cinco años.
Durante el mes del encuentro no solo se leyeron libros aportados por los integrantes, sino que se recupero la literatura oral perdida en la memoria de cada uno y puesta ahora en revisión.
A medida que el taller avanzaba se vislumbraban ejes temáticos y también unidades de investigación.
Para sintetizar este trabajo tomare el seguimiento del grupo de tres anos, cuyo terna central fue: ASI SOMOS, LA FAMILIA.
Para bajar esta temática se impulso la familiarización de los niños con los libros. Una manera de identificarse y reconocerse en la literatura.
El material necesario se ubicaba en la sala de clase. El niño disponía de tiempo y espacio para seleccionar y "leer" llevar a su casa.
Entre los libros elegidos, estaban los que abordaban distintos aspectos de la familia. Como por ejemplo: la mudanza, llega un bebé, papa se va a trabajar, mama esta cansada, etc.
Cuando el montón de libros que estaban a disposición de los pequeños y sus padres mostraban un especial requerimiento (el divorcio) reforzábamos el tema a para que se pudiera conversar con mayor libertad.
La presencia de una importante variedad de libros originales en contacto con el niño durante muchas horas fue favorable y básica en esta tarea. Ya que se convirtió en el medio, en el canal, que permitía receptar los mensajes o emitirlos en distintos códigos (palabras, dibujos, imágenes, gestos).
El libro (la literatura) artículo así el pensamiento del docente y el del niño, ofreciendo circunstancias óptimas para su crecimiento, ya que por medio de la retroalimentación constante, se avanzó desde el pensamiento concreto e intuitivo hacia la conceptualización cada vez mas autónoma.
Mientras registrabamos la experiencia y nos reuníamos para ajustar las pautas metodológicas, íbamos encontrando huellas, pistas, sedimentadas en el colectivo infantil.
Los aportes metodólogicos de Ausubel fueron muy valiosos y la mirada pedagógica de la Profesora Myriam Haiquel de Andres con quien yo había trabajado años anteriores nos centró en un juego-trabajo con el niño, remarcando la relación libre entre el docente, el libro y el pequeño lector.
Durante estos cuarenta días veíamos en las reuniones con los padres como se habían modificado las relaciones parentales. Los padres miraban con asombro las respuestas y actitudes cuestionadoras de sus hijos.
Reclamaban por supuesto mayor prudencia cuando se les escapaban de las manos controles antes indiscutidos. Nos era necesario cerrar la experiencia aun cuando el grupo deseaba continuar con otros núcleos temáticos. Para ello incluímos la consigna "vamos a escribir un cuento". Esta tarea movilizó mucho a los distintos grupos ya que debían los padres facilitar los elementos que los niños requerían. Vale como ejemplo el pequeño que entendió que su foto con el perro era su idea de familia para llevar al grupo de trabajo. También vale la niña que sin tener a quien entregar su cuento busco sin recelo un padre sustituto entre los concurrentes a la jornada de cierre.
Sin duda el enriquecimiento se transformó en el valor por excelencia, rescatado por los participantes. Riqueza que se manifiestó en los progresos en cuanto a la conceptualización de la temática trabajada en el caso de 'Así somos, la familia'. Vimos a la literatura actuando como "visagra". La familia fue la de los libros y también la propia.
Esto nos puso ante la evidente construcción por parte del niño de sus propios esquemas de conocimiento. El pequeño con sus padres y docentes construía y cuando construía, evolucionaba como ser total.
En el seguimiento de niños de tres años, experiencia única que transcribo en este momento, se pudo advertir como la psicología, la pedagogía, la lengua y la plástica, pasando por la expresión corporal, contribuyeron en definitiva a este proceso, potenciado, articulado, por la literatura.
El niño elaboro y creció su propio concepto de familia, más allá de repetir esquemas referenciales teóricos y particulares que recortaron el tema.
No se trato de una "suma" de aportes, sino la resultante, la conclusión a cargo del propio niño en su proceso de búsqueda. El aporte de distintos autores (de diferentes nacionalidades). Le permitieron ir haciendo aproximaciones sucesivas hacia ese objeto de conocimiento: la familia. Este crecimiento abrió el proceso hacia nuevas búsquedas. La consigna que quedo fue entonces: Yo descubro, elijo y me lo enseñan. Quedamos entonces convencidos que este es el camino y este nuestro aporte .•
En el trabajo original cada libro esta señalado desde el momento que entra en contacto con los niños hasta que lo abandonan en la pila de cuentos que todos los días se acomoda en el centro de la sala.
Con un criterio de síntesis enumero las colecciones usadas:
Samyy Mara y todos sus tftulos de Ron y Atie van der Meer. De Toray.
El bostezo redondo de Sandra de Marfa Rosa Finchelman Ed. Plus Ultra.
Cinco minutos de paz y lista para salir de Jill Murphy Ed. Edhasa.
Colección Vamos con Clara y Daniel de Rosa Marfa Tort Ed. La Galera Visión.
Ningún beso para mama de Tomi Ungerer Ed. Lumen.
Colección "Tengo un problema" Autor Marisa Valcarenghi.
Colección Libros para mirar Adriana D' Atri Ilustraciones Ulises Wensell. Altea
Colección Los Libros del Chiquiífn Ed. Juventud de Helen Oxenbury
Colección Mis primeros libros de imágenes de Helen Oxembury. Ed. Juventud
EI niñio envuelto de Elsa Bornemann Ed.Tobogan Ed.Orion
Colección Ternura Ilustrador/Autora: Cyndy Szekerse Ed.Sigmar 1984.