Cristina Rossi
Pierre Bourdieu, sociólogo francés, creía “que cada individuo está multideterminado por distintas experiencias y ámbitos, por lo que es miope mirar solo la clase de la que proviene y corroborar sus rasgos de presencia”.
Bernard Lahire, también sociólogo francés, utiliza “ la metáfora del avión y del paracaídas” para mirar diciendo “ cuando miramos el mundo de lejos vemos los grandes grupos sociales, las clases; pero cada tanto cuando tomamos el avión, vemos concentraciones de viviendas, bosques, campos, colores distintos. Si tomo un paracaídas y bajo, tengo la visión desde el suelo.
Esta introducción me ha hecho pensar en los chicos de los sectores populares (nuestros chicos) a los que les suministramos información para leer y por supuesto para después comprender.
¿Para después comprender qué ?
que en el mundo escolar se conjugan confusiones como:
a) las primeras grandes desigualdades de la vida,
b) padres desprovistos de recursos culturales,
c) padres desprovistos de trabajo,
d) padres desprovistos de alfabetización,
que en el mundo escolar se conjugan dolores por:
a) no entender qué cosa dice el docente y cómo lo dice,
b) comprobar inconcientemente que se avecina el fracaso,
c) transcurrida la escolarización las desventajas se hacen abismales,
que en el mundo escolar se conjugan distintas formas de lectura:
a) las formas de lecturas que leen los chicos,
b) las formas de lectura que leen los adolescentes,
c) las formas de lectura que leen los padres,
Entonces, ¿cómo hacemos? Son todas las piezas que se han sacado de un motor y hay alguien que las tiene que volver a colocar, pero no encastran a pesar de los esfuerzos.
Partamos de esta base:
a) ¿los docentes creemos que los alumnos vienen con lecturas -¿comprendidas?-
b) ¿ los docentes creemos que a los alumnos no les gusta leer?,
c) ¿los docentes no sabemos cómo es el abordaje familiar de los textos – que nosotros suministramos- ?
d) ¿ los docentes no sabemos cómo es el abordaje temático –otros- de nuestros alumnos?
Conclusión: Los que somos enseñantes separamos automáticamente los textos que traemos nosotros y los ponemos a un costado del escritorio, y los textos que traen los chicos los ponemos en el otro costado.
Miramos un rato hacia un lado y otro de los montones y nuestra propia perplejidad nos anula y decidimos por lo que estamos dando y estuvimos dando y a lo mejor seguiremos dando (metáfora).
Podemos ponernos a pensar que los chicos vienen con bagajes diferentes, de familias que ya no son las nucleares, sin padres, con mamás que trabajan y a veces no, con abuelas que los cuidan ( a veces sí, a veces no) que viven algunos en las calles, que otros se drogan…
¿No será hora de ver que conexión podemos hacer en esta quebradura que tiene la sociedad para homogeneizar esas dos culturas y entendernos?, así entonces LEER SERÁ COMPRENDER Y COMPRENDIENDO TENDRÁN MÁS COSTADOS POSIBLES DE VER OTRA REALIDAD.