"El verbo leer no tolera el imperativo.
Es una aversión que comparte con algunos otros verbos: amar, soñar."
La idea de partir de esta premisa es tratar de reflexionar, junto con el lector, en que medida esta afirmación responde a la realidad. Para quienes nos movemos en ámbitos educativos - o simplemente para aquellos que todavía mantenemos la costumbre de leer los diarios o escuchar un programa periodístico - esta especie de "slogan" se ha convertido en idea central de varios artículos, discursos o mesas redondas, con la coincidencia de que todas ellas ponen la culpabilidad en los chicos. Mas de una vez, la misma frase sirve para justificar el fracaso de un sistema educativo que , en muchos de sus niveles - especialmente en lo que respecta a la Escuela Media - exige una revisión urgente como punto de partida para una verdadera transformación.
La intención de este artículo es compartir la reflexión a partir de dos afirmaciones opuestas:
Los chicos no leen;
Los chicos leen.
Cabe aquí preguntarnos el por qué de esta afirmación. En la mayoría de los casos, se llega a ella cuando se detectan graves problemas de comprensión, especialmente en la interpretación de consignas o en la lectura de textos referidos a distintas tramas del conocimiento. Esto se pone en evidencia tanto en la Escuela Media o Polimodal como en los ingresos a carreras del Nivel Terciario, ya se trata de estudios universitarios o no.
Volvamos, entonces, hacia atrás, ¿qué hacemos desde la Escuela media o el Polimodal para que los alumnos mejoren su comprensión lectora? ¿O acaso le corresponde toda la responsabilidad a la Escuela Primaria? Creo que desde ambos niveles debemos tomar conciencia de la necesidad de trabajar, a partir de to do tipo de texto, distintos abordajes que faciliten la comprensión.
Quizás resulte mas fácil la lectura de textos variados en la Escuela Primaria porque uno o dos docentes trabajan con todo el grupo y des de todas las áreas; en la Escuela Media o el Polimodal, la cantidad de docentes hace que los enfoques sean variados y que no siempre se trabaje con la comprensión de textos específicos de la disciplina.
Pero, ¿qué significa trabajar con la comprensión de un texto? Significa guiar al alumno para que:
extraiga de ella información que necesita;
descubra - en el texto - nuevos datos sobre temas conocidos;
relacione los datos obtenidos - o el texto en su totalidad - con otros;
conozca el significado de "palabras nuevas";
reconozca las características que diferencian un texto de otro ( por su estructura, por su trama, por su complejidad, por su formato, etc.);
adopte una postura critica con respecto al armado del texto y a los datos que aporta;
reconozca ideas principales y secundarias, y pueda jerarquizarlas;
sea capaz de crear a partir de ese texto;
Y etc., etc., etc., porque cada texto ofrece infinidad de posibilidades.
A pesar de la mayoría de las opiniones que circulan en distintos ámbitos, creo que es posible afirmar que “los chicos leen”. Pero cabe preguntarse ¿qué leen? Las respuestas pueden ser variadas:
algunos leen literatura, especialmente fantástica y de suspenso o de terror;
otros leen todo tipo de información pero en un soporte determinado: el monitor de la computadora;
otros leen más imagen que texto lingüístico;
quienes tienen acceso permanente a la computadora, leen un lenguaje diferente: el que utilizan para" chatear";
existen grupos que solo leen el material que les ofrece la escuela, ya que no tienen posibilidades de acceder a otros.
Se trate de un material o de otro, creo que a esta altura ya no podemos decir con tanta seguridad que "los chicos no leen" sino preguntarnos que es lo que les interesa leer a ellos y que pretendemos los adultos que lean. Es muy probable que al tratar de responder descubramos que ya no se sienten atraídos por el tipo de literatura que nos interesaba a nosotros cuando teníamos su edad, aunque, a pesar de todo, se ha vuelto a la lectura de algunos clásicos incitados par el cine o la televisión - en casas muy honrosos - o por la difusión que se ha hecho, de algunos autores, desde lo quioscos de diarios y revistas.
Pero quizás el problema mas grande se detecte en la lectura y comprensión de textos de la no ficción, pertenecientes a distintas tramas - expositiva, argumentativa, instructiva, etc - o de aquellos que presentan tramas complejas, donde se mezclan las distintas estructuras y formatos; de esos textos cuya comprensión es imprescindible para poder abordar cualquier tipo de disciplina.
Es en este tipo de textos - sin dejar , por cierto el estímulo para la lectura de textos de ficción - donde la educación sistemática debe poner el acento; es imprescindible que todos los docentes, cada uno desde la disciplina que domina, proponga y guíe a sus alumnos en la comprensión de textos específicos, relacionados con los contenidos propios de su área. No basta con "dar la orden de leer" des de un punta hasta otro de un libro de texto, es preciso compartir con ellos esa lectura y aclarar todas las dudas que aparezcan, aunque estemos trabajando con un grupo de 5° Ano; nada puede darse por supuesto y, si el grupo presenta desconocimiento de temas que supuestamente deberían haber sido superados, corresponde a cualquier nivel del sistema, cubrir esas falencias.
Quizás conviene cerrar esta reflexión con palabras de Umberto Eco, extraídas de su artículo titulado "Por que los libros prolongan la vida": Para La Nación. Roma. 1991
" ... La escritura (en general, el lenguaje) prolonga a vida ( ... ) No nos damos cuenta, pero nuestra riqueza respecto del analfabeto (o del que alfabeto, no lee) consiste en que el está viviendo y vivirá solo su vida y nosotros hemos vivido muchísimas. ( ... )El libro es un seguro de vida, una pequeña anticipación de inmortalidad."