Déborah R. Telias
Desde las primeras salas, en el jardín tenemos como objetivo motivar al niño a explorar y conocer el mundo que lo rodea, para lo cual incentivamos a través de diferentes actividades los cinco sentidos (que no son mas que cinco receptores que se activan segun el estimulo recibido). Por eso les ofrecemos objetos con diferentes texturas táctiles o visuales, alimentos variados en aromas y sabores, músicas y melodías, etc.
Los chicos van otorgándole sentido al mundo a través de esas experiencias que se van conectando y enriqueciendo unas con otras, en situaciones cognitivas cada vez mas complejas.
Con la lectura de literatura ocurre algo similar. Leer significa construir el sentido de un determinado texto, para ello, aquellos niños aun pre- letrados recurren a todas aquellas experiencias previas que han dejado huellas en su memoria literaria a través de otros cuentos, ya sean leídos o narrados: " ... recuerda el otro libro oído, visto, tocado, sabe que encierra la voz secreta de la imaginación y el gozo, o el recuerdo afectivo del to no de la voz que le es familiar" (2) . Y así como los sentidos lo ayudan a conocer el mundo hay otros procesos que lo ayudan a 'leer', a dar sentido: imaginar, suponer, escuchar, recrear, recordar, etc.
Sin embargo, no debemos caer en el error de creer que lo importante es hallar el 'sentido del cuento', entendiendo sentido como tema principal o como argumento. Veremos que el sentido (¿uno?) depende tanto del autor como del lector.
A través de esta tan trillada pregunta, Graciela Montes reflexiona acerca de aquellos textos que (en busca de algún mensaje oculto) se construyen a partir de otro y que van desplazando al primero. Aquellos textos que pretenden explicar otros textos.
¿Que habrá querido decir Cortazar en Casa Tomada? Lo que dijo, el texto está ahí, ¿Por que intentar decir otra cosa de algo que ya esta dicho? ¿Por qué suponer que hay una única interpretación si hay millones de lectores?
Entonces, si pensamos que el sentido del libro lo construye el lector en alianza con el autor y el texto (esa triada invadida de contexto y experiencia), es imposible pensar que el resultado de esa ecuación puede ser similar en dos personas distintas.
En el jardín, la maestra sabe que material presentar para activar cada una de las habilidades que los chicos necesitan para poder disfrutar del placer de leer, pero también acepta que es el niño mismo quien mejor sabe como enfrentarse a un libro.
¿Por qué?
Porque sólo el sabe que buscar en ese libro, como agarrarlo, tocarlo, explorarlo, y sumar experiencia en su memoria, y otorgarle sentido de acuerdo a su intención.
Por eso es sumamente importante brindarle la mayor variedad de libros posibles, de todos los colores, formas y tamaños. También narrarle y leerle la mayor variedad de cuentos, para que los chicos sepan cuantas cosas distintas pueden encontrar y escucharlos cuando eligen para ayudarlos a crear su propio criterio de selección.
Cuando ellos logran seleccionar los libros que mas le gustan de aquellos que siempre quedan en el estante, le ponen un nombre, así como nombran a sus juguetes preferidos, así como uno pone apodos a quienes mas quiere.
Es muy curioso la forma en que los niños nombran a los libros. Cuando les preguntamos que cuento quieren oír o que libro quieren leer ellos contestan: "El de la bruja" o " el redondo" o "el azul" o "el que tiene la de mi nombre", solo la maestra (y a veces) sabe a que libro se refiere. Generalmente no es el nombre que le puso el autor, así como el oso no lleva la marca del fabricante.
¿No es eso darle un sentido al libro?
Así como a los bebés les ofrecemos variedad de comidas para ayudarlos a enriquecer su gusto, a los niños debemos ofrecerles variedad de libros para enriquecer su capacidad lectora, libros que lo obliguen a usar diferentes estrategias para disfrutarlos.
Algunas posibilidades son:
Libros con imágenes: desde aquellos que presentan muchas imágenes sobre un tema (los animales, los calores, etc.) hasta aquellos que relatan una historia a partir de sus dibujos ( por ejemplo la colección de Libros Dibujados de Ed. Colihue)
Libros con imágenes y palabras intercalados. Libros con gran des ilustraciones
Libros con letras imprenta mayúscula
Libros con frases breves, muchas veces rimada, que permiten una fácil memorización
Libros con varios cuentos e ilustradores
Libros álbum: aquellos libros donde la ilustración no representa ni acompaña al texto sino que dialogan, ofreciendo otras puertas para entrar.
Es muy importante ir leyendo los libros que están al alcance de los niños , para permitir una identificación y brindar as!, otras alternativas de interpretación.
¿A quién no le gusta compartir una lectura silenciosa? ¿Quién no siente placer al compartir un comentario o leer aquel libro que me presto mi hermano diciendo que no me lo puedo perder?
Brindémosle a los niños esa hermosa posibilidad. ¿Cómo?
Fomentando espacios de socialización de la lectura.
La carpeta viajera: Ese maravilloso conjunto de cuentos que vienen de las casas de los chicos y el corazón de los padres.
Las mesas de libros: con libros que los chicos eligen en sus bibliotecas pensando en sus amigos, para prestárselos por un ratito.
Los chocolates literarios: endulzan la panza y el alma a través del comentario sobre los cuentos que leo y escucho
¿Quién se anima a leer? No importa cuánto se inventa, o cuanto se recuerda de las lecturas anteriores, la memoria y la imaginación, siempre le soplan las palabras justas alas ganas de leer 'como la seño'.
Compartir estos espacios para socializar la lectura tiene la ventaja de permitir un intercambio entre pares, donde todos tienen algo que aprender, algo que mostrar y algo que enseñar.
A veces los chicos (sobre todo mas chiquitos) no saben explicar porqué les gusto tanto el libro del caballito, pero seguramente hará todo lo posible para transmitirle a su amigo las ganas de leerlo y detenerlo por un ratito o mostrarlo, contando los detalles que más le atraen. De esta manera además enriquece enormemente su capacidad comunicativa y su vocabulario, que no es más que la colección de palabras que forman los textos.
Si uno se pone a buscar literatura sobre los libros, vemos que hubo muchísimos autores que han escrito cuentos, poesías, novelas y reflexiones varias sobre ellos, muchas veces utilizando la metáfora para representarlo. Quizás esos textos sean la respuesta a una necesidad de saber porque fascina tanto un buen libro.
Es posible encontrar una infinidad de metáforas y comparaciones, algunas de las mas conocidas acerca del libro son:
El libro es un pasaje para un viaje increíble
El libro es una puerta al futuro
El libro es como la ropa, hay que buscar el de tu tamaño
El libro es alimento del alma
El libro es como la gente, no hay dos iguales
El libro es como la ciudad, tiene muchos recorridos
El libro es...
El libro es...
y al final preguntamos ¿que es El libro de todo eso?
TODO, EL LIBRO ES TODO ESO.
(1) Vale la aclaración para no confundirse con la lectura en relación a la lecto escitura, que si bien es un tema sumamente rico e interesante, no lo desarrollaremos aquí.
(2) Ana Pelegrin en La Aventura de Oir Ed. Cincel Bs. As. 1982
(3) Graciela Montes en El corral de la infancia Libros del Quirquincho Bs.As. 1990