Ejecutada en la prisión de Louisville, Texas, Estados Unidos, por medio de una inyección letal, el3 de febrero de 1998.
Juan Carlos Nigro
Te vio el mundo tenida por la ciénaga,
pétalo impoluto, adormecida de infinito,
con un clamor de sueños,
sin macula en tus falanges, redimida.
Zumbaron los soplos del
viento agorero
y la lluvia golpeó en mi cristal,
mi oscuro desatino,
mi lejana ausencia,
mi imposible decir,
mi verbo imperfecto.
Y escuche tu voz
como un letal rosario,
cuando la nube oscurece la templanza.
Ya nadie te devuelve,
sólo tu muerte es mi ruego.
Karla: tu sonrisa deambula en mi insomnio.
Avellaneda, enero de 1998