Abril 2012
Por María Ruth Pardo Belgrano
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Haceunosdías,mellegódesdeSantaFe,ellibrodeMaríaGuadalupeAllassia,Luna,*espejode***tiempo,editadoen2011.Títulomágicorelacionadoconunasentenciapersa,aludealasdoscarasdelaluna,lafragilidadylaeternidad.
CuatropuertasintroducenenelmundoliterarioypersonaldeMaríaGuadalupe,unmundodemaravilla,alado,poético,dondeeldolor,elabandono,lamuertesesubliman,seembellecenysetiñendepaz,deesperanza,deamor.
Laprimerapuerta,Puerta*respiraciónde*mariposas,conducealaregióndelasleyendas.Allíconvivenelunicornio,eldragón,lassirenas,losángeles,latejedoradeunmisteriosotapiz,elárboldelamemoria.
Si atrae la aventura de la luna que cae al agua profunda por obra de los Sortilegios de la noche y es rescatada por los pescadores, la historia de Frater Simplicio, “en tierra de Indias (…) de plata pulida y canto adormecedor de chicharras”, a quien se le aparece el unicornio, solo visible a los que tienen paz en el corazón, sume en la ensoñación. Una ensoñación que se empaña de angustia con el Ángel Rosa que lucha con medio Diablo, la Solapa, para rescatar a Juan que se ha marchado tras él y no vacila en desvanecerse y solo conservar la cabeza y las alas con tal de salvarlo. No menos fascinante es el dragón que enfrenta al conquistador que lo ataca y a quien envenena con el aguijón de su cola para luego desaparecer y, quizá, habitar las aguas o las nubes; o las sirenas y su canto de amor y de hechizo fatal, o el árbol de la memoria muerto en manos de los enemigos del milagro y recuperado por la memoria de los hombres.
Lasegundapuerta,Puerta*delángel*fosforescente,mirada*dealondras*,enlamismalíneapoética,llevaaloscaminosmásíntimos.
Como quien pasa las páginas de un álbum familiar de fotos, María Guadalupe descongela las imágenes del pasado y evoca a sus protagonistas. Revive a Gabino, el inmigrante que se refugiaba de su culpa y de su nostalgia, en las historias de Shahrazad; a Hadita que se deleitaba con las canciones de Gardel; a Carmela, delicada y etérea como su triste historia de amor truncado; a Pedro, Pedrobueno, Pedrovino, Pedrosueño que, en la siesta, se lo lleva la muerte; a los rusos “aislados” cuyo hijo da su último adiós al padre con la música de su violín, a la polaca que, en los últimos momentos recuerda su amor juvenil, un oficial alemán, en plena guerra; a ese oficial que, ya viejo, conversa con su hija desconocida y reencontrada; a Isabella, la abuela que vence la muerte y tantos otros rostros del pasado que persisten en el presente.
¿Y cómo no identificarse con los nombres de antaño que ya no están pero “laten como plantas profundas y aromas antiguos” que han dejado sus huellas en el “caleidoscopio de la nostalgia”?
Porlatercerapuerta,Puerta*cabellerade***guindos,sedesplazanlosautoresquedejaronrastrosindeleblesenMaríaGuadalupe.Borgesysusobsesiones,elespejoyeltigre;SyriaPolettiysuatracciónporlasmarionetas;MarkTwainysupermanenciaeneltiempo;Andersenysuscreaciones “alquimiadesueñosyrealidades”;MujicaLáinez,lamagiadelParaísoydelhombrecitodelazulejo,lashadasbailarinasquecrecenenlahierbacomo “gotasluminosasyfestivas”.Yjuntoaloshacedoresdehistorias,losmagosdelcolor:HenriRousseau,JoanMiró,MarcChagall.
Yllegamosalacuartapuerta,Puerta*delescarabajito*deoro,laqueseabrealainfanciaconlamadrequemeceasuniñoylasnanasqueacompañanelcaminodelsueño.
Las puertas se cierran con las palabras finales de María Guadalupe, breve reseña biográfica de la que rescato:
“Aprendí a hilar palabras como un tejido de sueños. Escribí cuentos, poesías, canciones y otras rarezas y maravillas, ensueños de fantasías que permiten el vuelo infinito del corazón humano. Nunca dejé de leer. Busqué a los niños. O ellos me encontraron, comiendo naranjas entre los duendes.”
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“Conocí gente maravillosa, creadores talentosos e infatigables, con los que compartí momentos inolvidables” (…) Con algunos de ellos, tomé té en tazas de porcelana azul, mientras la literatura nos envolvía como suave manta de otoño. Alicia, la reina de Corazones, el Conejo con su reloj, Humpty y Dumpty, el Caballero Blanco, estaban callados, flotando cerca de las ventanas. ¿Eran las five o’ clok de los sueños?”
Gracias,MaríaGuadalupe.Gracias,*porLuna,*espejode**tiempoyporelcálidorecuerdo.
Allassia,MaríaGuadalupe.Luna,*espejode***tiempo;diseñodetapaMaríaEugeniaAlllassia.SantaFe.Argentina.2011.
Conocí a Mario Albasini en la década del ochenta. Por aquel entonces, yo ccordinaba el Taller de Literatura Infantil de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y un día se incorporó este amigo de los chicos con su mochila de humor, de imágenes de infancia, de barrio, de cine, de radio que semana a semana proyectaba en cuentos alegres, divertidos, ágiles.
Diecisiete*horasde*locura,comoloindicasusubtítulo,narralasventuras,desventurasyunainvestigaciónredondadeunabarradechicosdeunbarrioquedecidenserdetectivescuandodescubrenque,elbienquetantolescostóadquirir,lapelotadefútbolhadesaparecido.Deahílainvestigaciónredonda.¿Redondaporlapelotaoporlohallazgos?
Divididos en grupos, deambulan por aquí y por allá e incursionan en el mundo del circo, el circo en su interioridad, en los telones, en los carromatos, en los trapecios; en una granja en medio del campo; en un tren cuyos vagones recorren y corren de punta a punta no sólo por sus pasillos sino por sus techos y hasta se atreven con un helicóptero en el que levantan vuelo, sin saber cómo.
Los hechos se suceden con ritmo cinematográfico, los personajes con reminiscencias de los films en blanco y negro de Chaplin, el Gordo y el Flaco, los tres Chiflados, reflejo de un humor ingenuo, captan las simpatías del lector y el hábil manejo del suspenso que culmina en un final insospechado, conforman una novela de aventuras, con toques policiales para los chicos de hoy y de ayer.
Complementan el texto las ilustraciones de Oscar Capristo. Un relojito con las agujas en las horas y en los minutos en que transcurre cada situación, al comienzo de cada capítulo, indica el paso del tiempo: las diecesiete horas de locura.
Albasini,Mario.Diecisiete*horasde***locura;ilustradoporOscarCapristo.BsAs.Salim.2012.
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