Diciembre 2009
Cristina Rossi
Lectura sobre un tiempo de la historia y la memoria
Sobre la memoria y la historia mía y de tantos como yo que vivimosla utopía.
Yo me pregunto de qué manera*comenzó ese cántico furtivo*y surgió aquél horizonte**en una distante tierra sin reparo.
*De que sutiles formas*el pensamiento y las manos*adhirieron al tremendo fervor *de una misma idea
*Nada era más importante*que pensarlo*pues como niños tercos*creíamos en el no silencio. *Enronquecíamos las voces*recobrábamos los espacios sueltos*los juntábamos en la espera, en la impaciencia*poniéndolo todo*el alma, el cuerpo, las ganas,*la esperanza. *Y se hizo la milagrería*de una escuela distinta*dónde los panes de pasto*se lo robábamos al río. *Salvajemente, arremetidos todo*contra todo establecido fuimos transgresores*porque así lo creíamos.* Después vimos hundir*mástiles, velas y banderas...*también a compañeros*que de algún modo, aún espero*. Y sin embargo escuela *en cierto modo, existes sin saberlo*como testigo insobornable*de la interminable lucha.* Y es entonces que me proponen los que siguen*con temblores, con certezas *con júbilo indetenible*una vida posible de vivirla.* Yo sigo gritando*seré siempre un alarido...*en mi hay un pájaro asustado*porque todavía tengo heridas.* Pero en noviembre*como todos los noviembres*quiero que lo sepan*pusieron en mi pecho*un corazón latiendo tempestades.* ¿Me pregunto entonces*si este no es el comienzo**de un nueva resistencia acechando el paso en los umbrales?
¿O será de nuevo el pueblo con su fuerza*derrumbando fantasmas,*haciendo multitudes,*fabricando estrellas,*caminando plazas,*aleteando avenidas,*con pañuelos y con manos.