Prof. DrC. Benito Almaguer Luaiza.
Director-Presidente CEPEDH. Brasil
Prof. Lic. Rosa María Peña González.
Facultad de Ciencias Médicas, Las Tunas.Cuba
Este artículo ha sido escrito especialmente para ser divulgado por la prestigiosa Asociación Argentina de Lectura. El contenido del mismo formó parte de la Tesis Doctoral de uno de los autores, en la Universidad de Oriente, Cuba, en el año 1998. Luego, parte de esas mismas concepciones aparecen publicadas en el libro “Didáctica de la Lectura” por la Universidad Estatal de Haití, en el año 2002. Luego, esta obra, ganaría una traducción para el portugués “Didática da Leitura” por la Editora BeniRos, Brasil, en el año 2004. “Definición y clasificación de texto desde uma óptica de la didáctica de la lectura” es un texto que aborda sucintamente parte del primer capítulo de la obra mencionada, y claro otras consideraciones que han surgido a través de la aplicación práctica de estas teorías.
El objetivo fundamental de este trabajo es destacar dos cosas que están, según los puntos de vistas de los autores, afectando directamente un mejor proceso de enseñanza de la lectura. En primer lugar, ¿que es lo que se lee? ¿Se leen textos, o fragmentos de estos? ¿Se lee una fotografia o se hace una descripción/observación de ella? ¿La fotografia puede formar parte de un texto? En esta línea de pensamiento se podría seguir formulando muchas preguntas que harían la lista muy extensa y se perdería el objetivo del trabajo. No obstante, la reflexión está fundamentada en la existencia, en libros didácticos, de actividades de lecturas que refieren a fotos, caricaturas, cuadros, mapas, y otros representaciones gráficas, donde se pide hacer “una lectura” de estas. ¿Hacia donde conduce este tipo de actividad que ayuda a que el término Lectura, sea aun más ambiguo? ¿Ya pensó en “Selección de lecturas”? ¿o lo que realmente se quiere expresar es “Selección de textos?
Otro aspecto que afecta, directamente, un mejor proceso de enseñanza de la lectura, es la adecuada utilización de los tipos de textos. ¿Será que, por citar un ejemplo, los textos narrativos son adecuados para abordar el desarrollo de la competencia lectora? ¿Cual sería una tipología ideal para optimizar el proceso lector? ¿En qué principios se basarían esos tipos de textos? Las respuestas a estos y otros interrogantes sobre el tema serán expuestas. a Es la intención de los autores, explicitar una tipología textual desde una perspectiva de la Didáctica de la Lectura.
Según, Falcón de Ovalles(1995), a partir de los años setenta, se han logrado grandes avances en la explicación del proceso de la comprensión lectora. A estos avances han contribuido las investigaciones en el campo de la pedagogía cognoscitiva, de la teoría de la información y de la teoría de los "esquemas", como también de la presencia de una nueva perspectiva en el campo de los estudios lingüísticos. Este viraje en la observación de los hechos del lenguaje puso de relieve la importancia de los aspectos semánticos y pragmáticos, y enfocó su atención en el texto como unidad de comunicación.
Sin embargo, según Guelmes & Pérez (1985) a pesar de ese viraje, la inmensa mayoría de las actividades que se realizan con los textos en la enseñanza de lenguas, ya sea como materna o como extranjera, tienen un fundamento lingüístico basado en la oración como máxima unidad de significación. Las acciones que se realizan en las clases dedicadas al desarrollo de la lectura como actividad verbal de la lengua, generalmente, responden a esa base.Ya para Blanco, I. et al, (1991) la gran novedad introducida por la lingüística del texto es la consideración de que la lengua no agota sus posibilidades comunicativas con la oración, sino que la utilización de la lengua con fines comunicativos se realiza a través de textos.
De ahí, que sea necesario partir de la precisión y definición del término texto; pues éste no está establecido, ni aceptado por la totalidad o generalidad de los estudiosos de la lingüística textual. Este se emplea lo mismo para designar un conjunto de frases como para designar un libro. Se utiliza indistintamente como sinónimo de enunciado, discurso, lectura, etc. Existe, generalmente, la noción de texto como lo impreso, lo escrito. ¿El texto puede ser oral?
Los juicios divergentes del concepto textodesde perspectivas lingüísticas nos conduce a describir y definir el término con el objetivo de proporcionarle una utilidad didáctica que permita un enfoque pragmáticoy una clasificación didáctica de éste; por lo que la descripción y definición del mismo, más que un estudio exhaustivo y crítico de los cientos de definiciones, es una aproximación teórica suficiente y necesaria para satisfacer un objetivo didáctico propuesto: la lectura. No obstante, antes de abordar el concepto de texto, es necesario definir otros términos que como la unidad supraoracional (USO) y el párrafo se encuentran en un nivel entre la oración y el texto.
Teun A van Dijk,(1977) en su libro "Text and Context Exploration in the Semantics and Pragmatics of Discourse" expresa que ha sido usual en muchas teorías considerar la oración, como la unidad lingüística máxima tanto en el nivel morfosintáctico como en el nivel semántico. Es inadecuado pensar, continúa Dijk, que una secuencia de oraciones podrían ser valoradas como oraciones compuestas; pues existe marcada diferencia entre ambas. El sentido de una oración depende de la significación de otras oraciones de un mismo enunciado; aunque no de la misma forma que las subordinadas en las oraciones complejas. Estas son razones que llevan a asumir la idea de que los enunciados pueden ser reconstruidos a partir de una unidad mayor: el texto.
Para Galperin,I (1987) la unidad supraoracional (USO) puede definirse como una combinación de oraciones que presentan una unidad estructural y semántica apoyadas por una unidad rítmica y melódica. Por lo que se puede expresar que todo texto implicará la presencia de la unidad supaoracional (USO), cuando al menos coincida con este. De ahí que considera que la oración no tiene necesariamente que expresar una idea, como según él, se define en muchos manuales de gramática; sino que puede expresar parte de ésta, pues la unidad supraoracional expresaría a idea como un todo. La USO se utiliza para destacar la unidad mayor que la oración. A diferencia de la oración, esta unidad se puede extraer del contexto sin perder relativamente su independencia semántica.
No obstante, antes de abordar el concepto de texto, como anteriormente se explicó, es necesario ahora definir el párrafo, pues al igual que la unidad supraoracional, se encuentra en un nivel entre la oración y el texto. Grass y Fonseca, (1986) definen al párrafo como la unidad, donde se expresa una idea completa en una oración o en un conjunto de éstas. Además, apuntan que un texto puede constar de uno o varios párrafos. En el caso en que conste de más de un párrafo, cada uno de ellos se refiere a la idea central que el autor quiere comunicar. Las divisiones entre párrafo y párrafo ayudan al lector a separar, claramente, una idea de la otra.
El análisis de párrafos y la localización de la idea principal son técnicas de lectura, cuyo propósito es ayudar al lector a captar el contenido del párrafo y entender la relación de cada uno de los párrafos en la totalidad del texto. Esto permite una mejor comprensión de las ideas. Una técnica que puede ayudar a mejorar la lectura, es como aprender a leer bien cada párrafo.
Además, Grass y Fonseca, (1986) exponen en su obra una importante clasificación de los párrafos por su estructura o modelo de organización, que por su valor pragmático y pedagógico se incluyen aquí. El objetivo de incluirlas esta dado porque al profesor corresponde desarrollar en los discentes las habilidades necesarias para el reconocimiento de cada uno de esos modelos de organización, como forma de ayudarlos a alcanzar la verdadera comprensión de las ideas planteadas por el emisor. Hay diversas clasificaciones, pero solo se recoge la que se considera es más útil desde la perspectiva educativa. La clasificación propuesta por estos autores es: causa-efecto, comparación, análisis, y orden cronológico.
El párrafo, como una unidad de expresión, está completamente dentro del dominio de la lingüística textual; pues hay dentro de éste evidentes características de un puro carácter sintáctico que no deben descuidarse. Es por ello, que se justifica el estudio de éste dentro de la sintaxis de la lengua escrita (escrituralidad), donde, no solo la oración, sino que otras unidades mayores de comunicación deben estar bajo la observación de lo que se define como "la macrosintaxis de la lengua".El párrafo es una expresión lingüística con una disposición lógica, pragmática y estética del pensamiento. Por lo que no debe confundirse párrafo y texto. Pues, el texto seria una unidad linguística mayor que lleva implícito el párrafo.
Para muchos autores, el texto es considerado como la máxima unidad sintáctica de significado constituido por oraciones. Por otro lado, Finocchiaro, M(1989) asume la idea de texto como cualquier segmento de la lengua oral o escrita. Ya para Parra, M (1992) la comunicación humana es una transacción de significados que se realiza por medio de textos. El resultado de la actividad comunicativa lingüística es el texto, unidad semántica básica en el proceso comunicativo humano. Esta autora entiende por texto cualquier secuencia de signos lingüísticos producidos en una situación concreta por un sujeto comunicante, que tiene una intencionalidad específica; mediante él se intercambian los significados que constituyen el sistema social de una comunidad dada y por esto, el texto cumple siempre una función cultural.
Todas esas definiciones de una o otra forma también definirían a la unidad supraoracional o al párrafo, pues, evidentemente esas unidades linguísticas cumplen con lo que en el párrafo anterior se define como texto. Por tanto, esas definiciones ayudan a tener una idea de lo que es un texto, mas no delimitan exactamente su concepto. Al menos, por la importancia que eso trae para la enseñanza de la lectura.
Romeu,A (1996) reconoce que el enfoque comunicativo le permite al sujeto comprender que mediante el lenguaje se interactúa con otras personas, con las que se intercambian significados. Esa comunicación no es mediante oraciones aisladas como la enseñanza tradicional hace suponer, sino mediante textos. Por tanto nótese la importancia que el texto tiene, visto éste, como enunciados coherentes, que expresan una significación, que cumplen una determinada función comunicativa en dependencia del contexto en que se usan.
Otras ideas que ayudan a ir conformando una concepción adecuada de que cosa es un texto, aparecen en Halliday & Hasan (1976), en la cual los autores consideran que lo primero que determina si un conjunto de oraciones constituyen o no un texto depende de las relaciones de cohesión entre y dentro de las oraciones que crean la textura o conexión. Un texto tiene textura, y es esta textura, lo que lo diferencia de algo que no sea un texto. La textura se obtiene de la relación de cohesión y se establece cuando la correcta decodificación de un elemento en el discurso depende de otros elementos. Existe un gran consenso en que un segmento del discurso para que sea considerado texto debe, entre otras cosas, tener las siguientes características.
Primero, la coherencia textual: este elemento ha sido investigado y enfocado por dos tendencias fundamentales: una considera la coherencia como un fenómeno semántico y sintáctico y la otra sostiene la idea de una coherencia sintáctica, una semántica y una pragmática. Los seguidores de la primera tendencia toman como principio lo ambiguo y polivalente del signo lingüístico y establecen que en una situación comunicativa concreta, los receptores son capaces de desambigüizar y eliminar la polivalencia potencial del enunciado. Esto está dado por la continuidad de sentido del texto; si el texto no lo tiene el mensaje puede ser comprendido de otra manera o puede que no sea entendido. De ahí, que la continuidad de sentido es la base de la coherencia, es decir, la relevancia de conceptos y la relación del texto.Los seguidores de la segunda tendencia, la de la coherencia sintáctica, semántica y pragmática, plantean que la coherencia semántica está condicionada por la confluencia de distintas unidades del texto, mientras la coherencia sintáctica se basa en la adecuada organización de las partes del texto. Por último, la coherencia pragmática se logra entre otros medios por la referencia textual.
Segundo, un texto debe tener textura o conexión. Los medios utilizados para conseguirlo son la conjunción, algunos adverbios, partículas y ciertas estructuras de entonación. El concepto de conexión se refiere a la unión de oraciones y no a la concatenación de éstas, objeto de estudio de la sintaxis. La conexión se relaciona con la referencia pues ambos buscan la coherencia textual.
Tercero, la presencia de un tema y un rema: Conceptos de la Escuela de Praga que se relaciona con la perspectiva funcional del enunciado. Tema es aquello sobre lo que se dice algo, punto de partida, donde el conocimiento y la experiencia del lector (esquema de contenido) desempeña un rol importante en la comprensión o interpretación del texto. El rema, por otra parte, es la nueva información; o al menos, lo que se dice de algo. Aquí, es el emisor quien tiene el papel fundamental
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Un cuarto aspecto es la modificación semántica. La semántica que está en la base de la constitución del texto puede ser sometida a cambios que pueden manifestarse en una reducción o en una alteración textual. La alteración textual sólo se produce cuando el texto no es gramatical. La reducción tiene como resultado un resumen o condensación textual interna al concentrar el hablante unidades extensas en los signos apropiados para ello o como reducción semántica, producida mediante procedimientos científico-analíticos.
Un quinto elemento, es la presencia dentro del texto de unamacroestructura, la cual no es más que el modelo de estructuración que se extiende por encima del límite de la oración a la conformación total del texto.
Antes de tentar una definición de texto, desde una perspectiva didáctico-linguística, es importante resaltar que, al decir de Brown & Yule(1984) que la percepción e interpretación de cada texto es, esencialmente, subjetiva. Diferentes lectores prestan atención a distintos aspectos del texto. Y que el título de un texto, en la lengua escrita, no debe ser igualado al tópico que el texto aborda; pero sí una posible expresión del mismo. Lo que el emisor pone primero influirá en el entendimiento, comprensión o la interpretación (ECI) de todo lo que sigue. Por lo que el título influirá en la decodificación semántica del texto. La primera oración del primer párrafo restringe la significación, no solo de éste; sino también la del resto del texto. Por lo que cada oración forma parte de una instrucción desarrollada y cumulativa que nos dice como construir una representación coherente.
Resumiendo, y considerando todo lo expuesto hasta aquí, el texto es una unidad lingüística que puede ser simple o compleja. Simple, cuando está formado por palabras, frases u oraciones sin importar la extensión de las mismas. Estas pueden ir acompañadas de otros símbolos extralingüísticos como fotografías, diagramas, tablas, dibujos, etc. El texto complejo se define a partir de la presencia de elementos o unidades supraoracionales.
¿Cómo se poderia definir texto, desde una perspectiva didáctico-linguística? Por todo lo expuesto, el texto, se define, como la unidad lingüística que expresa un contenido con un valor semántico dado por el resultado de un emisor que se comunica a través de signos con un receptor el cual decodifica esos signos; conformado, ese contenido, con determinados principios de orden, tiempo y de estructuración; puede representar las dos variantes del lenguaje: la oral y la escrita; y tiene implícito o explícito valores interaccionales, valores transaccionales y valores estéticos.
Un aspecto en el que todavía no se ha llegado al establecimiento de criterios aceptados por los lingüistas es el referido a la tipología de textos, porque, por supuesto, los tipos de textos no pueden ser considerados de la misma manera por quienes consideran la lingüística textual referida al sistema, o al discurso o ambas.(Blanco,I. et al, 1991).
No obstante se valorarán los siguientes tipos de textos que se encuentran implícitos o explícitos en las selecciones de textos, libros didácticos, etc; que se utilizan en la enseñanza. Una de esas clasificaciones, según Grellet,F (1981) en " Developing Reading Skills" divide los textos en:
Novelas, cuentos cortos, fábulas; otros pasajes y textos literarios (Ej. ensayos, diarios, anécdotas, biografías).
Piezas de teatro (drama).
Poemas, quintilla jocosa, versos para niños.
Cartas, postales, telegramas, notas.
Periódicos y revistas (titulares, artículos, editoriales, pronósticos del tiempo, programas de radio, T.V y teatro).
Artículos especializados, informes, resúmenes, ensayos, cartas de negocios, sumarios, précis, cuentos, panfletos (políticos y otros).
Libros de bolsillos, libros de textos y guías.
Recetas.
Anuncios, folletos del viajero o turista, catálogos.
Rompe cabezas, reglas de juegos,
Instrucciones (Ej. advertencias), indicaciones (Ej. como usar algo), letreros, reglas y regulaciones, pósteres, señales (Ej. de tránsito), planillas (Ej. de solicitud) graffiti, menús, lista de precios, tickets.
Tiras cómicas, muñequitos y caricaturas, leyendas (de mapas y cuadros).
Estadísticas, diagramas, cartas de navegación, horarios, mapas.
Directorios telefónicos, diccionarios, libros de frases.
Esta clasificación no tiene una fundamentación conceptual y tiende a ser una lista de formas en que puede aparecer las distintas formas de textos escritos. Por su gran diversidad y no tener un elemento conductor, afecta la utilización didáctica de esta clasificación. Grellet lo expone en su obra como un elemento más; sin darle la importancia que la tipología textual tiene en el desarrollo de las habilidades y hábitos lectores. Estas formas son muy importantes para desarrollar la lectoescritura, sobre todo con gran énfasis en la escritura. Por tanto se piensa que no sería esta tipología textual una forma idónea de utilizar los textos para desenvolver habilidades y hábitos de lectura.
Otro tipo de clasificación de texto es la que se hace a partir del propósito del autor, o las características de la redacción que predominan. Desde esta óptica, la propuesta tipológica, sería de textos por:
definición,
descripción,
clasificación,
ejemplificación,
comparación,
explicación
y argumentación.
Esta importante clasificación es mucho más práctica para enseñar a escribir que para el desarrollo de habilidades y hábitos lectores. Pues va más a la estructura lógico formal del texto, es decir, la forma que predomina la redacción, y no al contenido del mismo.
De Armas, L. et al. (1982) en "Training in Effective Reading II" exponen los tipos de textos según el propósito del autor en informativos, descriptivos, de ejemplificación, de indicaciones, expositivos, argumentativos y narrativos. Ese libro, de gran utilidad en la enseñanza del inglés como lengua extranjera a discentes no filólogos, facilita el reconocimiento a estructuras sintácticas y al tratamiento del vocabulario; operaciones que influyen en el desarrollo de habilidades lectoras; pero que no son suficientes. Algo similar ocurre en la enseñanza de este idioma como lengua materna, además de ocurrir en otros idiomas como el francés, el portugués y el español, tanto como lengua materna, ya como lengua extranjera..
Rodríguez,J (1989) reconoce los textos científico-técnicos, de información general, socio-políticos o literarios. Esta tipología se encuentra dentro de la didáctica de traducción e interpretación en los centros donde se desarrolla esta especialidad. Esta clasificación no permite que cada clase o tipo de texto ocupe un lugar fijo y exactamente determinado en relación con los demás; ya que al incluir textos socio-políticos deja una fisura en el sistema, pues estos textos pueden estar dentro del científico-técnico o dentro de la información general o quizás, por qué no, en el literario. De ahí, que su aplicación en la enseñanza de lenguas no sea factible.
Para Lucas,M (1990) los textos se dividen teniendo en cuenta el campo, el medio, el registro o propósito del autor. De acuerdo con el campo, está el sistema de clasificación que se utiliza en las bibliotecas, donde los libros se agrupan en los estantes de acuerdo a la materia. Ejemplo, arte, ciencias físicas, etc y sus divisiones. La clasificación teniendo en cuenta el registro, va desde una óptica estilística refiriéndose al grado de formalidad o informalidad del texto. De acuerdo con el medio y con los próposito del autor: en artístico (novela, cuentos cortos, ensayos, poesía y drama) y en funcional (casual, personal, transaccional, referencia, pedagógico, y académico).
Para I.R Galperin (1987) los textos se clasifican en literarios, publicitarios, periodísticos, científicos y textos oficiales. Esta clasificación es linguoestilística. Dentro de los literarios señala la poesía, drama y prosa; dentro de los publicitarios destaca a ensayos, artículos y oratoria o discursos; dentro de los periodísticos (jornalísticos) señala sumarios noticiosos, anuncios & clasificados, titulares y editoriales; dentro de los oficiales señala negocios, diplomáticos, militares y legales. Esta clasificación de Galperin está bien elaborada y tiene una gran significación en la enseñanza de lenguas. Sin embargo, él no considera la variante oral del lenguaje dentro del término texto. He aquí un ejemplo de la importancia de partir del concepto y luego su clasificación. Es por ello que en ésta no incluye las cartas, notas, chistes o diálogos, que evidentemente son textos.
También existe una significativa clasificación de texto que considera tres formas de textos: científico, pragmático y artístico. Esta clasificación, quizás una de las más prácticas; sin embargo el término "científico" utilizado tiende a ser muy exclusivo y el término "artístico" muy ambiguo; ya que éste implicaría que todo lo relacionado con el arte deba estar dentro de este grupo. ¿Acaso el arte se desvincula de la ciencia? ¿Acaso un artículo científico no puede abordar la temática del arte?
Las insatisfacciones con las tipologías utilizadas en la práctica internacional y la necesidad de darle un tratamiento diferenciado a los distintos tipos de textos con el fin de desarrollar habilidades lectoras determinan la necesidad de una nueva clasificación de texto, desde una perspectiva de la didáctica de la lectura.
Hasta aquí una breve referencia a una serie de clasificaciones que se utilizan en la enseñanza de la lectura; ya sean estas, en la enseñanza de esta actividad verbal en la lengua materna o en la lengua extranjera. Todas las tipologías mencionadas hasta aquí jerarquizan la forma de los textos y no su contenido. De ahí que sean factible para la enseñanza de la escritura, a través de un enfoque de lectoescrituralidad, pero no para el desarrollo consecuente de concocimientos, habilidades, hábitos y valores que conforman la competencia lectora.
Por tanto una clasificación interesante sería aquella que considerase el contenido del texto y no su forma, como anteriormente se refirió. Cuando se habla de contenido del texto, se trata de reflejar, de alguna forma, el resultado de la relación semántica del tema con el rema. Esta relación cumple la función de expresar la intención, interés o motivo del codificador del mensaje, junto con lo que aporta el sujeto receptor: el lector. Es por eso que ese contenido, en este contexto se denomina significación del texto, o sea, el entendimiento, la comprensión y/o la interpretación (ECI) del texto.
Por tanto, dada la carencia de una tipología textual didáctica adecuada para el desarrollo de las habilidades lectoras, se hace necesario la proyección de una nueva clasificación de tipos de textos. Para que esta no sea una más, dentro del amplio espectrum de las ya existentes, se propone que la delimitación de los tipos de textos, se fundamenten en los siguientes requisitos o principios.
La clasificación debe:
ser natural y no arbitraria; ya que la natural permite realizar varias afirmaciones acerca de las propiedades del texto sabiendo que éste pertenece a uno u otro grupo;
realizarse de tal manera que cada texto ocupe un lugar fijo y exactamente determinado en relación con los demás tipos de textos;
constituir un sistema funcional, encaminada al logro de un determinado objetivo didáctico: competencia lectora;
hacerse desde una perspectiva del contenido de los textos, más que de la forma; teniendo en cuenta que dentro de la unidad dialéctica de forma y contenido, la segunda tiene un papel determinante, aunque no excluyente de la primera;
tener una relación con las principales funciones del lenguaje; ya que es a través de textos que se materializan esas funciones. Pues la intención comunicativa del autor lo lleva a definir que tipo de texto desea elaborar para obtener la consecuencia de la finalidad que persigue con la actividad comunicativa.
Evidenciar la presencia de las relaciones sujeto-objeto, determinando el balance de esa relación y la relación sujeto-sujeto como reflejo de la actividad comunicativa;
basarse en la intención, motivación o interés del emisor y no en la utilidad que otros sujetos pueden darle al texto;
revelar la existencia de un lenguaje natural y otro artificial;
reflejar la utilización o no por el emisor de medios expresivos o recursos estilísticos para codificar su mensaje;
evidenciar la motivación predominante por la cuál se ha codificado un mensaje: si es el proceso de codificación, si es el receptor, o si es el mensaje. El canal lo determina estos elementos, junto a la dependencia de la relación tiempo-espacio.
Revelar que todo texto tiene implícito o explícita valores interaccionales, valores transaccionales y valores estéticos;
reflejar la concepción de que los textos pueden ser un producto de la acción de hablar o la acción de escribir, en dependencia del canal utilizado; sin embargo, cualquier texto puede leerse o escucharse, lo que esto último supone otras acciones y operaciones.
El análisis de estos requisitos o principios, que pertenecen a diferentes ciencias, posibilitan la convergencia hacia el punto de una clasificación didáctica del texto. Por tanto, desde una óptica didáctico-linguística los textos pueden ser: transaccionales, interacionales o literarios.
TEXTO TRANSACCIONAL.
Cuando un sujeto tiene necesidad de expresarse sobre un objeto, al interesarle, a ese sujeto, la difusión de los conocimientos; al jerarquizar el contenido del mensaje y subordinar a éste, el papel del proceso de codificación y el papel del receptor; cuando esto sucede, el resultado del mensaje o contenido de esa comunicación es un texto con características del lenguaje escrito, con una abundante presencia de términos, con una ausencia casi total de recursos estilísticos y medios expresivos, con tendencia hacia una lengua científica artificial.
En dependencia de las habilidades del emisor con respecto al proceso de codificación y el conocimiento del posible receptor, así será la calidad del producto final: el texto.Generalmente los textos transaccionales (Transtextos) son textos didácticos, académicos, artículos científicos, manuales, enciclopedias, diccionarios, tesis, y otros tipos de trabajos donde se expresa el contenido con un lenguaje directo.
Este texto expresa la función cognoscitiva del lenguaje, como máxima expresión; sin negar, como es lógico, la presencia además de valores estéticos y comunicativos. Estos textos son más precisos con una frecuencia lógica de oraciones o enunciados y tendencia a la impersonalidad en la forma de expresión.
TEXTO INTERACCIONAL
El hombre se comunica para relacionarse y con ello se realiza como hombre, dejando de ser un objeto del proceso, como lo considera la actividad.(Fuente, Ugalde & Mestre ,1996).
Cuando ese ser humano(emisor) necesita relacionarse con un sujeto y condicionar el proceso de codificación y el mensaje al papel protagónico del receptor; cuando esto sucede, el resultado del mensaje o contenido es un texto con características del lenguaje oral, con la ausencia, casi total, de términos o recursos estilísticos y además, de pocos medios expresivos.
El lenguaje de ese texto tiende a ser natural, influenciado como es lógico, por el nivel cultural, desarrollo sociolingüístico y psicolingüístico de los comunicadores. Este texto expresa una de las principales funciones del lenguaje: la comunicacion, sin dejar de tener la presencia del valor noético y del valor estético como elementos complementarios de la acción comunicativa. Es un texto fluido y poco elaborado sintácticamente.Generalmente los textos interacionales (Interatextos) son textos interpersonales como cartas, notas, discursos, conferencias, chistes, etc.
TEXTO LITERARIO
Cuando una persona tiene necesidad de expresarse y condiciona el mensaje y al receptor a el papel protagónico del proceso de codificación; produce un texto con características donde busca un balance entre el lenguaje escrito y el lenguaje oral; entre el lenguaje natural y el lenguaje artificial; entre el sujeto y el objeto y entre la forma y el contenido de ese lenguaje.
Este tipo de texto tendrá la presencia de abundantes recursos estilísticos y medios expresivos. Estos textos recrean imágenes. Expresan la plasticidad del lenguaje; destacando su función estética. Generalmente los textos literarios (Litextos) son novelas, poemas, ensayos, guiones de Video, TV, Teatro, Radio y Cine.
La primera conlcusión partiría de la condición de que si el texto es la unidad lingüística que expresa un contenido con un valor semántico dado por el resultado de un emisor que se comunica a través de signos con un receptor el cual decodifica esos signos; conformado, ese contenido, con determinados principios de orden, tiempo y estructuración; pudiendo representar las dos variantes del lenguaje: la oral y la escrita; y con valores interaccionales o comunicativos, transaccionales o cognoscitivos y artísticos o estéticos, y si además se tiene en cuenta que debe existir una relación lógicaentre la definición de concepto y su clasificación; entonces se concluye que los textos se dividen en: Textos Interaccionales, Textos Transaccionales y Textos Literarios.
La segunda conclusión, también sustentada en la idea que si después de analizar las clasificaciones utilizadas en la enseñanza de la lectura y determinar que ninguna cumple con todos los principios básicos para ser utilizados en el tratamiento diferenciado a los distintos tipos de textos en la enseñanza de la lectura y considerando que la nueva clasificación tiene una utilidad didáctico-linguística; pues esta sí reúne todos los principios básicos; entonces se concluye, que debe ser esta clasificación, antes mencionada la que deba utilizarse en la proyección de la idea: que distintos tipos de textos presuponen metodologías diferenciadas; para propiciar el logro de la Habilidad Invariante Lectora (HAILE). De ahí, se formaria un lector competente.
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